Una cita en Bilbao, capital del Universo conocido.

Ayer fue el World Café ese del autobombo de Radio Euskadi y bueno, el tiempo atmosférico nos respetó aunque algunos como a Iñaki Murua le descargó toda su furia en forma de rayos UVA. Fue una nueva oportunidad de ver y disfrutar con el equipo MQP que siguen siendo gente de muchos quilates, y volvimos a encontrarnos los aporreadores de teclas habituales. Pero vayamos por partes que dijo el forense.

Lo primero destacar que mil personas en 200 mesas ocupan mucho menos de lo que me esperaba y va a tener razón JV cuando dice eso de que 10.000 personas parece mucha gente y es una pésima entrada de San Mamés. Mil sentados, más organizadores, surtidoras de café, cámaras, avezadas periodistas a la caza del famoso para centuplicar la autopropaganda del ente y toda la gente que miraba, pues eso, que no abultábamos tanto, a pesar del tamaño de algunos como Goyo Lekuona que es una mole guipuzcoana o Javier Domínguez que es otro coloso navarro.

En segundo término comentar la rapiña a la que parte de la gente venía, a coger la silla y la taza (y el chubasquero, que tiene su coña) y a pirarse sin aportar nada. Y menos mal que los pinchos de ternera de label tenían un precio porque sino las colas hubieran sido kilométricas.

Tercero. El desarrollo de la sesión puede resumirse en que allí estaban los Radio Euskadi-adictos/as, los que se levantan con Lapitz, se echan la siesta con Bolinaga, se acuestan con Dani, pierden horas de sueño con la noche despierta y los fines de semanas hacen las labores de casa escuchando al clan MQP, todos esos programas o gran parte de ellos, sin excepción. Algunos decían que a veces saltaban a la SER (yo me acuso), pero la mayoría no cambiaba el dial nunca y tienen piñón fijo con RE. He de decir aunque escueza que parece que la labor informativa y de ocio de la radio pública vasca lleva aparejada un bañito de ideología que nos hace caminar por terrenos conocidos. En mis tres grupos he conocido gente encantadora, con ganas de hablar de sus experiencias y a los que había que medir sus tiempos, pero tod*s o casi tod*s se podría decir que respiraban parecido. 11 personas me han sufrido de "dinamizador", y así Izaskun, Resu, Ramón, Raul, Cristina, Mª Tere, Pilar, Igor, Jose Mari, Sagrario, Mª Victoria y Mikel han hablado de lo divino y lo humano pero sobre todo de que los vascos estamos encantados de habernos conocido. Sin demasiada manipulación por parte de éste que pulsa teclas (algo sí ha habido, mea culpa), en toda esa gente había mucho de aquello de vivir en lo que comentó Leibniz, "el mejor de los mundos posibles". La crítica siempre ha sido muy mesurada, se deshacían en halagos respecto a nuestra filosofía de vida, tan de "Vaya Semanita" a veces, y se sorprendían de las transformaciones que habían tenido lugar en nuestro entorno tan rápidas en los últimos años, de nuestro nivel sanitario, de lo bien invertidos que estaban nuestros impuestos en infraestructuras y bienes sociales. Como la edad media ha sido alta, se notaba a la legua que mucha gente había conocido otro Euskadi, mucho más gris y más desordenado, mucho más duro en el día a día y con menos prebendas de las que hoy tenemos. El segundo grupo se ha puesto un tanto de uñas con el trato que se da a los mayores, y las personas mayores se quejaban de la falta de residencias o de la dejadez de los hijos para con los padres, pero en general he acabado con la sensación ya apuntada de que "estábamos encantados de habernos conocido", esto es, nos mirábamos al espejo y nos gustábamos. No he oído ni una sola salida de pata de banco, y es más, este sistema de los saltos de mesa en mesa, con un guión un pelín más cerrado podría dar mucho juego aunque creo que habrá que mejorar mucho para el próximo.

El balance es positivo. Lo mejor ha venido después cuando la gente bloguera nos hemos reunido, hemos sacado los cuchillos o las plumas y nos hemos dedicado a la crítica desde las 2 hasta las 6 de la tarde. Entre toda esa gente loca de la tecla no escatimamos críticas, no nos ponemos paños calientes y no creemos en el autobombo de la radio que pagamos entre todos, y justo por eso, la jornada ha sido agradable. Eh, pero no para tirar cohetes, que conste.

Por cierto, el ínclito Murua ha hecho un agregador de blogs donde salen todas las marcianadas nuevas que escribimos los que decimos que escuchamos la radio.

PS1: La foto se la he robado a Kanif, que no la silla.

PS2: Para saber dónde están los blogs de todos los que por allí hemos pululado, lo mejor es ir a ver la pedradas de Iturri que se ha cascado una edición muy elaborada con mucho link. Otra copia rastrera por mi parte.

PS3: ¿No estaba JV muy marine, Loreto muy delgada e Itsaso muy pequeña?

Comentarios

Iñaki Murua ha dicho que…
El primer comentario se lo ha comido :-(

Lo de los rayos.. mea culpa, no darme la cremita protectora, sin seguir las recomendaciones de la Dra. Garate. Eso sí, hubiera aliviado mi situación si Cris o el Kanif me hubiesen dejado un ratito el paraguas que ambos llevaron, o si JD me hubiera pasado esa gorra roja.

Lo de llevarse cosas... si hasta las mesas volaron. Pero es una anécdota más, aunque indicativa de la cultura predominante.

Lo de ínclito, habrá que entenderlo como un honor viniendo de ti, más aún cuando me incluyes en la misma categoría que a Latxaga ;-)
Por cierto, serán bienvenidas propuestas de mejora.

Nos leemos, Mikel.

PD La próxima no me quedo sin comer, que no me pongo al día de los chascarrillos.

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