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Mostrando entradas de noviembre, 2007

Mientras no tengamos educadores para el niño, creo que es un error parir más niños.

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Mientras no tengamos educadores para el niño, creo que es un error parir más niños. Si no sabemos hacerlos hombres, ¿por qué tanto crío?. Mira, te lo voy a explicar de otro modo. Un niño es un prodigio de posibilidades. El 20% tienen de 6 a 9 años el coeficiente intelectual del genio, y por falta de educación adecuada, ya para los 12 años, son tan normales, tan tontos como nosotros. Pero espera un momento, todavía puedo explicarte esto de otra manera. El niño no tiene la cabeza en un sitio y el corazón en otro como nosotros. Lo que piensa y lo que hace le pasa al mismo tiempo. El pensamiento y la acción le ocurren al mismo tiempo, la cabeza y el corazón actúan inseparablemente. El niño así, biológicamente está proyectado, está imaginado, como un instinto superior, como un modelo para hombre, pero no hay educadores educados para educar a este niño, y a este niño el mal educador le enseña unas cosas por separado para la cabeza que tiene que ver muy poco con la cabeza, con lo más hermoso

SALADO

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Una especie de ejercicio de estilo que escribí hace mucho. Que sirva para demostrar a los que me leen que a pesar de los sarcástico, de lo agresivo que suelo resultar, como le pasa a JV, yo también tuve y tengo mi corazoncito. Quecaro, seguro que te parece pedante y presuntuoso. ¡Qué fatuas son las palabras cuando intentan describir lo indescriptible! Y lo he intentado en vano, y no me salen. Mis dedos se niegan a poner en palabras humedades, y mis manos son mudas si les pido que me cuenten cómo es el terciopelo de tu piel. Mis labios enmudecen si les ruego que me describan un beso, y hace tiempo que mis ojos no me relatan lo que ven en las centellas de los tuyos. Nos gusta el mar a ambos, y el mar sale de nosotros en fluidos, y nos mece, y nos refresca y nos acalora a un tiempo, y todo sabe salado, y todo huele a libertad. Aventuras inconfesables de dedos, arrullos de jadeos, respiraciones agitadas, tacto, presión, silencio. Un roce deja paso a otro roce,

Sobre anuncios nostálgicos he encontrado...

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....una web. Se llama Un sitio para el recuerdo y está muy bien surtida.

Me gusta la publicidad

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Sé que es una confesión un tanto peregrina pero he de reconocer que casi siempre me gustan más los anuncios que muchas de las películas que veo, o que muchos de los programas que oigo . Condensar arte y anzuelo en 20 segundos es algo que siempre me ha parecido una autentica virguería y aunque los anuncios visuales son mucho más impactantes, los radiofónicos han tenido su aquel. Recuerdo las tardes de mi infancia cuando mi madre escuchaba el consultorio de Elena Francis que anunciaba productos de cosmética, o los anuncios del Cola Cao , el de aquel negrito del África tropical que cultivando cantaba ..., y que hoy sería políticamente incorrecto, o el Calmante Vitaminado que te devuelve la alegría . De allí hasta las verdaderas orgías de color de los de SONY de hoy, hay un largo camino. Me centraré en los de radio porque la tele tiene otro lenguaje. Esas pequeñas historias, esas canciones tan pegadizas como la de la galleta doscientos veintidós, la galleta que se pide por su número , o l

Un relato para que elijas... sugerente y sencillo.

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ZANAHORIA, HUEVO O CAFÉ Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro. Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?" -"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió

Cosas que no soporto

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Cosas que antes me gustaban o pasaba de ellas, y ahora me aburren soberanamente: Un partido de fútbol en la tele . Buf!, antes era capaz de verlo aunque no soy muy futbolero, pero ahora no lo soporto ni cinco minutos. Como dice el niño del anuncio de fuet: "qué lentos". Los libros ladrillo . Antes era una cuestión de orgullo personal, y si empezaba uno lo tenía que acabar, aunque fuese de esos en los que tardaban 12 páginas en describir una habitación por la que pasaba el protagonista, y donde ni siquiera se quedaba. El ruido en el cine . ¿Quieren recuperar público? Pongan salas donde esté totalmente prohibido llevar manduca y comentar la peli con el vecino. La mala educación en las colas . Colarse, echarle morro, buf, me pone malo. El trato vejatorio de cierta gente con dependientes , camareros u otro tipo de personal. La gente cree que por estar "sirviéndote" han de ser serviles y la diferencia es muy gorda. El "yo quiero" constante de los niños consumis

¿A ser madre o padre se aprende?

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Pues yo tengo mis serias dudas , tal vez porque mis hijos son electrónicos (Thot y Hal son mis ordenatas), dotados de interruptor, y en general se portan bien, pero lo que se ve por ahí, a la salida de cualquier escuela, en cualquier zona de juegos o en las propias casas dista mucho de ser algo modélico y que den ganas de probar. Ya sé que oiré eso de "como no eres padre..." al igual que cuando opino del Alarde de Hondarribia o del de Irun me dicen eso de "como no eres de aquí" , pero aún así me voy a permitir opinar. Además tengo el privilegio de tener más de 20 hijos e hijas nuevas cada hora... y casi siempre me hacen caso. Llevo 20 años en la educación pública y el contacto con los ascendientes de mis discípulos barra as ha sido y es constante, amén de mi propia experiencia de hijo o de estar "incrustado" en una familia con muchos tíos y tías, primos y primas que cuentan la feria según les va. También he visto en primera persona la trayectoria de difer