Este año no hay Cortylandia en Bilbao , lo que significa que no hay Navidad . Han puesto un cutre-cartero real (negro por más señas) en su lugar, y además ocupando uno solo de los 4 o 5 escaparates que tenía antes el montaje total, una pocholada con sus cuentos móviles, sus cancioncillas pegadizas, sus pases abarrotando la acera que eran pasto de carteristas. Snif! En fin, El Corte Inglés debe de tener tales pérdidas que no sólo se ha cargado Cortylandia, sino que hasta las lucecitas de la fachada son escasas y ocupan una décima parte del montaje de hace unos años. El paraíso del consumo que era ese gran almacén está de capa caída y la culpa no creo que sea de los banqueros en este caso. Esa alegría que daban las luces y el macromontaje de marionetas ha desaparecido este año, y ya ni ganas tenemos de entrar a comprar por mucho que nos amplíen los horarios o nos den facilidades de pago. Si El Corte Inglés está así, ¡pobres de nosotros!. PS: Espero que se entienda la ironía, vamos, est...