Un primer tema: las niñas (y los niños) de ahora no leen.
Mentira. Primero porque generalizar está feo y después porque ser irakasle de informatika te hace ver otra realidad que poco tiene que ver con la que otros profes tienen en sus clases. En los últimos años hemos oído mucho esa cantinela que suena a "cualquier tiempo pasado fue mejor": los niños de ahora no leen. Lo cierto es que tal vez no lean como lo hacíamos nosotros, enfrascándonos en un libro, metiéndonos en la trama hasta el punto de tener dudas sobre qué pasaría en la historia que estábamos leyendo cuando cerrásemos el libro. Tal vez tendríamos primero que analizar qué tipo de "pasatiempos" había en nuestra época y cuáles tienen ahora, pero tendríamos que seguir con nuestras propias actitudes como nos recuerda ese anuncio que acaba con la frase "si tú lees, ellos leen" donde por cierto doblan la hoja para marcar la página, ¡qué horror!
A lo que íbamos. En las clases de informática se puede ver la destreza lectora de nuestros peques, eso sí, de ahí a su destreza de entendimiento puede ir un trecho, pero lo cierto es que son capaces de mantener un montón de conversaciones a la vez con la herramienta de chat del correo que obligatoriamente manejan, el de Google. Son capaces de leer en diferentes ventanas diferentes conversaciones y llevar más o menos el hilo de cada una con muy pocos fallos de encaje (la ortografía es otro cantar), pero eso sí, si les dices que busquen un dato entre un montón de párrafos se agotan enseguida. Han aprendido a leer, y lo que es peor, a escribir, al más puro estilo Messenger, esto es, frase corta tras frase corta, que en cuanto aprieto el intro se va al ordenador del otro y que durante un tiempo la tendré ahí para saber de qué va la conversación, pero que al poco rato desaparecerá de mi pantalla. De la memoria hablamos en otro hilo, ¿vale?
Los peques actuales leen, sí, pero a su estilo, a salto de mata, o mejor, a salto de ojo. De vez en cuando hacemos una ginkana de búsquedas en Internet donde tienen que buscar un dato, ser exactos y ágiles, y para ello tienen que trasegar mucha información escrita. Muchas veces San Google les ayuda sobremanera pero las más tienen que hacer un esfuerzo lector, buscar entre tanta paja lo que se les pide, la foto que buscamos, la fecha que necesitamos. Es muy raro que desistan y sobre todo en los últimos cursos de la ESO (15-16 años) se convierte en todo un reto, una aventura en la que compiten con fiereza. Tal vez no lean con la continuidad de nuestros años mozos, tal vez no se sumerjan en un libro como lo hacíamos nosotros, tal vez les cueste concentrarse en un mundo que va a toda velocidad donde lo audiovisual es rápido y efectivo, pero el hecho de leer, de pasar la vista por lo escrito, lo hacen rápido y bien. Y es más, en mi caso lo hacen así tanto en euskera como en castellano.
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Comentarios
Y no te voy a insultar ya que es tu primera entrada ;-P
Me gusta la estética de tu blog. Es relajante.
Salud.
Quizás ahora no lean tanto, pero si 'saben leer', no deberíamos preocuparnos.
Por cierto, y ahora que ningún adolescente nos lee, no creo que la lectura, 'per se', culturice (Lafuente Estefanía, Corín Tellado, Highsmith, ...)
Para mí, no es más que otra forma de pasar el tiempo.
Hay gente que ha leído un millón de libros y que, ante un crucigrama de Ocón de Oro, le temblarían las piernas.
Te leo.
Balentxu: La diferencia que comentas es del todo acertada, leer versus saber-leer, y en cuanto a esto último podríamos empezar a preocuparnos, en serio, dado cómo son las nuevas generaciones.
Mi aita era un gran lector de un solo tipo de novelas, Estefanía, pero si se tenía que enfrentar a otro un tanto más clásico, se aburría sobremanera. Yo desde pequeño he tragado de todo pero si hay algo que me apasiona es la Ciencia-Ficción y de hecho si pones mi nombre entero en Google "Mikel Ortiz de Etxebarria" salen algunos de mis relatos cortos de fantasía y ciencia-ficción. Ahora mismo estoy leyendo un libro que se titula El cálculo de dios del que hablaré próximamente en el blog.
Yo también te leo.
Esos ideogramas... ¿Son los de "peligro" y "oportunidad" que tanto te gustan? ¿O es, sin más lo primero que has pillado?
Sobre el tema, hace poco leí que, precisamente, a los niños se les dan mal las mates por la misma razón por la cual no leen (literatura). Eso sí, se apuntaba una luz para la esperanza: Harry Potter! Igual el mejor truco del niño mago es que ha devuelto un poco la "ilusión" por leer, tan relacionada con el "jakinmina" (una de las más hermosas palabras en Eúscaro), tan necesario para las matemáticas.
¡Salud!
Yo recuerdo ser uno de los bichos raros que sí leía. Y tampoco se escribía mucho.
Ahora se escribe más y aún "peor". Lo pongo entre comillas porque no descarto que dentro de unos años esas frases cortas y esa peculiar ortografía marquen el estandar literario.
Una discrepancia con Balentxu: Lafuente Estefanía, Highsmith y, en menor medida, Corín Tellado también culturizaban a su manera. En mi adolescencia me pasó una cosa curiosa: andaba yo con García Márquez, poesía de Alberti y de los del 27, y hasta algunas obras de Trotski, cuando cayó en mis manos una novela de a duro de Lafuente Estefanía. Me aficioné, y aquel verano me leí toda la "biblioteca" de mi abuela. Creo que esas lecturas me vinieron muy bien.
Yo creo que lo que les falta es concentración y dedicación, son dispersos, no me ganan en procrastinación, pero se aburren enseguida y si eso es así delante de una apasionante libro, ni te quiero contar delante de una ecuación de segundo grado. Las chicas son más dadas a la lectura eso sí y no sé en tus clases cuál será el porcentaje de XX.
JV: Tú y yo, pequeños y raros, claro. Yo también leía en cualquier circunstancia, en cualquier postura, con cualquier luz. Me metía literalmente en los libros y me fui al centro de la tierra con el profesor Lindebrook y con Axel, o navegue con Nemo y me perdí en una cueva con Tom Sawyer. Si hacemos una estadística de cuántos leíamos y cuántos no, pues igual tienes razón, y no tenemos que olvidar que hoy la gran teta, Internet, es sobre todo lectura y algo de escritura. Intenté aventurarme en Estefanía y no pude, pero Zane Grey sí era de más fuste, o Silver Kane. Pero con unos doce años llegó la ciencia ficción de Clarke y Asimov y zas! en toda la boca, adios al oeste, hola naves. A mi alumnado les suelo echar unas broncas sonoras porque NO leen, o mejor NO SABEN leer, porque leer, como ya he comentado, leen a toda leche. Su mundo va a toda caña, su vida es un continuo pantallazo y muchas de las roturas de sus Playstation no es por exceso de uso o averías electrónicas, qué va, son porque las rompen en ataques de ira, porque no pueden pasar la pantalla... ni la hoja. En cuanto a lo de escribir, buf... en otro post. Cuando les dices que una novela es maravillosa, que les va a encantar por las descripciones, por las vivencias, te sueltan eso de, bah, ya harán la película. Harry Potter es una excepción, sí, y hasta quecaro en tu blog ha hecho una bella composición con lo que allí leemos (yo los devoro). Oier seguro que te ve leer, demasiado incluso.
mikel asko gustatzen zait blog hau. oso ona
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Ahora en serio. Está muy bien recordarles que escribir, y sobre todo escribir para los demás, no es lo mismo que mandar un SMS a un amiguete.
Y, por otra parte, la gente que os dedicáis a la docencia quizás debierais ACONSEJARLES la utilización del 'modo diccionario' que tienen todos los móviles. Es mucho más rápido, y con las palabras enteras y bien escritas.
Pero, claro, estamos hablando de adolescentes... y todos lo hemos sido.
y sobre el modo diccionario de los mobiles, tienes razon pero por ejemplo yo los mensajes los escribo mezclando el euskera con el castellano.y en los mobiles no ahi deccionario en euskera.
(como veis ahora he escrito sin faltas de octografia intencionadas, digo lo de intencionadas por que alguna fijo que he echo. NO estoy acostumbrado a escribir de esta manera en el ordenata.)